El Museo Británico es probablemente uno de los lugares que no te puedes perder si estás en Londres. Hay una razón por la que es la atracción turística más visitada del Reino Unido: posee una increíble colección de artefactos, que datan de miles de años atrás y provienen de todo el mundo. Además, probablemente no esté de más que el precio sea justo (siempre entrada gratuita).
Consejos para visitar el Museo Británico
1. Intenta evitar las horas punta
El Museo Británico nunca será el lugar más tranquilo de Londres. Sin embargo, puedes visitarlo cuando esté un poco más tranquilo. Intenta llegar a la hora de apertura, a las 10:00, o ven más tarde un viernes, cuando el museo cierra a las 20:30. Consulta qué exposiciones temporales especiales hay: si se trata de una exposición muy popular, el museo se llena especialmente durante las semanas de apertura o cierre.
No te dejes tentar a reservar tu visita para un día lluvioso: el museo está más concurrido cuando hace mal tiempo. Mejor, acércate a él en un día soleado: el sol brillando a través del techo de cristal del Gran Patio significa que el museo está en su mejor momento, además de más tranquilo.
2. Aborda primero las atracciones principales.
Serás el primero en entrar a las 10:00 h y tu objetivo es llegar a las atracciones principales antes que los demás. Primero, la Piedra de Rosetta, el descubrimiento que supuso un gran avance en la comprensión de los jeroglíficos egipcios. Se encuentra en la sala 4, la galería de Esculturas Egipcias, en la planta baja, justo al lado del Gran Patio.
Continúa por las galerías hasta llegar a la sala 18, donde se exhiben las Esculturas del Partenón. También conocidas como Mármoles de Elgin, originalmente formaban parte del Partenón de Atenas y fueron trasladadas a Gran Bretaña a principios del siglo XIX.
El debate continúa sobre si deberían conservarse en el Museo Británico o devolverse a Grecia. Decídelo tú mismo antes de subir a la sala 70 para disfrutar de Roma y del Jarrón Portland, el jarrón de cristal con camafeo que ha inspirado a generaciones de artesanos, poetas y eruditos.
Si te sientes valiente y aún te adelantas a las multitudes, las salas 62 y 63 exhiben parte de la colección del Antiguo Egipto, especialmente las famosas momias. Finalmente, regresa a la sala 24, la galería “Vivir y Morir”, que incluye a Hoa Hakananai’a, una imponente estatua de la Isla de Pascua. Después, regresa al Gran Patio y disfruta de una taza de té y un trozo de pastel de la cafetería; te lo mereces.
3. Prepárate con antelación
Este breve recorrido solo abarca la enorme oferta del Museo Británico. Hay un excelente podcast que utiliza cien objetos del museo para contar la historia del mundo. Escúchalo antes de tu visita para inspirarte.
Aunque la entrada al museo y a las exposiciones permanentes es completamente gratuita, las exposiciones especiales tienen un coste. Ahorra tiempo reservando tus entradas en línea. Recibirás una entrada con horario, así que no tendrás que perder tiempo haciendo cola una vez dentro del museo.
4. No descuides las galerías menos conocidas
El Museo Británico alberga objetos hermosos y fascinantes de todo el mundo, por lo que es gratificante visitar algunas de las galerías menos famosas. Tras las multitudes que llenan las Galerías Egipcias, las Galerías Japonesas ofrecen un ambiente más sereno para apreciar la belleza de sus objetos. Si bien el Museo Británico no es tan conocido por sus bellas artes como otras galerías londinenses, las galerías de Grabados y Dibujos siempre muestran ejemplos maravillosos de maestros indiscutibles de la técnica.
5. Tómate tu tiempo
Como la entrada al Museo Británico es gratuita, no te sientas presionado a hacerlo todo de una vez. Puedes distribuir tu visita en varias mañanas o salir a tomar el aire y cambiar de aires si las multitudes y la cultura se vuelven un poco abrumadoras. Hay muchos lugares fantásticos (y asequibles) cerca para comer o tomar algo.
6. Opción si tienen poco tiempo
El Museo Británico ofrece una fantástica visita introductoria a sus colecciones llamada “La vuelta al mundo en 90 minutos”, que se realiza los viernes, sábados y domingos.
Cumple exactamente su promesa: incluye la Piedra de Rosetta y las esculturas del Partenón, así como maravillas menos conocidas, y te ocupa solo una hora y media de tu valioso tiempo. Las entradas cuestan 14 libras y puedes reservarlas con antelación a través de la página web del museo.
7. Considere hacerse miembro
Si le apasiona la cultura y va a estar en Londres más tiempo del necesario, probablemente valga la pena hacerse miembro del museo. El precio inicial es de 74 £ por una membresía anual (54 £ si es menor de 26 años).
Entre las ventajas se incluyen un guardarropa exclusivo (para que no tenga que esperar para dejar su equipaje o paraguas) y entrada gratuita e ilimitada a todas las exposiciones especiales, así como a veladas y eventos especiales.
Más información aquí.
El Museo Británico
Great Russell St, Londres WC1B 3DG
Todos los días de 10:00 a 17:00 (20:30 los viernes)
Metro: Tottenham Court Road, Holborn, Russell Square o Goodge Street